Ayer aprendí que si uno hace lo que no le gusta lo sufre muchísimo. Trabajamos en lugares que no nos gusta, que nos hacen contar hasta los segundos porque nos queremos ir, que uno no se puede obligar a hacer lo que no quiere porque es la sensación mas fea que va a sentir en su vida, que es mejor esperar, que lo bueno tarda muchísimo en llegar.
Aprendí que no lo amo mas, que lo quiero con la vida, pero que no podría volver con el porque nada seria lo mismo, cuando las cosas se gastan, se gastan y no ahí vuelta atrás, que aunque se intente ya se perdió esa chispa que hubo al principio. Que extraño lo que hacíamos juntos, el beso de una misma persona todos los días, los abrazos, dormir abrazados, sonreír juntos, las miradas cómplices, los mensajes de todos los días, los te amo, extraño volver a vivir eso, pero no a el.
Aprendí que estar enamorada es la sensación mas hermosa que cualquier persona puede sentir, que siempre que se pueda uno tiene que enamorarse, porque es el estado mas lindo, el de mayor felicidad, que todas las historias tienen un final, pero en esos finales se esconden grandes sonrisas, muchas lagrimas y un gran aprendizaje. Que todas las personas que entraron en nuestra vida aunque sea por poco tiempo siempre pero siempre nos dejan una enseñanza, y siempre nos llevamos algo de ellos, como ellos de nosotros.
Aprendí a no volver a cometer los mismos errores, a hacerme respetar y a respetar a los demás.
Aprendí a que pedir perdón y reconocer que uno también se equivoca es la sensación que mas libera el alma.
Aprendí que quiero volver a sentir amor por otra persona, que tengo que soltarme de nuevo, que no tengo que vivir mirando el pasado y preguntando que hubiera sido si...
Aprendí eso ayer, en ese minuto que volví a verte.